martes, 1 de febrero de 2011

TRABAJO LARGO CMC 30%

Trasplante de piel:

Introducción:

Los avances en cuanto a trasplantes nos hacen pensar que dentro de poco será aún más común reemplazar cualquier parte del cuerpo que no funcione correctamente por otra similar, ya que en la actualidad el único órgano del cuerpo humano que no puede ser trasplantado parcial o totalmente, es el cerebro.
Día a día escuchamos numerosos elogios a los trasplantes de hígado, corazón, riñón… Pero no valoramos tanto los trasplantes del mayor órgano que hay en nuestro cuerpo: la piel. Un trasplante que día tras día está dando unos magníficos resultados tanto por necesidad, como por estética.
A muchos nos sorprendería saber que los primeros intentos realizados en la historia de trasplantar un órgano que había quedado inservible fueron los injertos de piel.
Deberíamos darnos cuenta de que gracias a la piel, todos nuestros órganos están protegidos de una manera eficaz del medio exterior.
Por todo lo anteriormente expuesto, numerosos investigadores presentaron resultados a investigaciones sobre injertos cutáneos (injertos de piel), cuya definición sería la de extraer una porción de piel sana de tamaño variable de alguna parte de su cuerpo para aplicarla en la zona dañada. Sería un término equivalente a trasplante: aplicación a una parte de tejidos tomados de otra parte del mismo cuerpo o de otro.
Se habla de injerto autólogo o autoinjerto cuando la zona trasplantada es tomada del mismo sujeto, como suele ocurrir en los injertos cutáneos. No se produce rechazo, respuesta inmunológica frente al mismo, puesto que la zona injertada es del mismo paciente y por tanto es idéntica en cuanto a su carga genética. Los homoinjertos o aloinjertos cutáneos, es decir, injertos de piel entre personas, habitualmente familiares, ya precisan de tratamiento supresor de la respuesta inmunológica al existir riesgo de rechazo; además existe la posibilidad de transmisión viral, con lo que son poco utilizados en la actualidad. Los xenoinjertos o injertos heterólogos emplean piel de cerdo, que es la que presenta una mayor similitud con la humana; siempre presentan rechazo, con lo que su indicación serían los defectos cutáneos de gran extensión, ya que aunque será necesario cambiarlos cada 2-5 días, disminuyen el dolor (importante en grandes quemados) y estimulan la cicatrización. Su empleo en la actualidad es anecdótico.
Los grandes avances se han producido en el desarrollo de la piel artificial. Ya en la década de los 60 del siglo pasado se logró el cultivo de queratinocitos, la célula epidérmica, en monocapa. Con posterioridad, la introducción de medios de cultivo adecuados y factores que influyen en la proliferación y maduración de la epidermis, permitieron que desde 1975 se consiguieran láminas de epidermis humana estratificada, como la piel normal, pero in vitro, con la consistencia necesaria para ser utilizadas como sustitutivo de la piel normal en aquellas ocasiones en que existiera una pérdida importante de la  misma. Es una técnica ampliamente utilizada en centros de quemados, pero tiene el inconveniente de que son necesarias dos o tres semanas para obtener un cultivo de queratinocitos autólogo (del mismo paciente) lo que limita su uso en quemados agudos. Hoy ya hablamos de “piel artificial”: se crea a partir de una matriz hecha de la fibrina, a la que se añaden fibroblastos humanos, células que sintetizan y mantienen la matriz extracelular propia del tejido. Aunque su uso no se ha extendido y en muchos caso todavía se encuentra en fase experimental o en ensayos clínicos controlados, los avances biotecnológicos permiten esperar que se alcancen grandes resultados en pocos años.                                                                                  
Injerto laminar “mallado”

Tipos de injertos de piel:

Se clasifican atendiendo a:
1)      Su origen, como ya hemos desarrollado: autoinjertos o injertos autólogos (de la misma persona); homoinjerto o aloinjerto (entre la misma especie) y heteroinjertos o xenoinjertos (entre diferentes especies). Un tipo especial y excepcional sería el injerto sinérgico: entre gemelos univitelinos, por tanto de la misma especie pero además con la misma genética.

2)      Según las estructuras cutáneas que lo componen:
2.1. Epidérmicos: de 0,2 mm de grosor. Se obtienen a partir del techo de ampollas producidas por mecanismo de succión. Su indicación fundamental es el tratamiento de pacientes ambulatorios con úlceras de pequeño o mediano tamaño y presentan la ventaja de poder efectuarse de manera ambulatoria, sin ingreso del paciente.

2.2. Injertos Laminares: Constituidos por una parte de epidermis y otra de dermis.
En función de su grosor se clasifican en finos, medianos y gruesos. La gran ventaja de los injertos laminares es que como tienen menos cantidad de tejido, tienen menos necesidad de vascularización y también menos requerimientos nutritivos.
Teóricamente pueden colocarse en cualquier parte, incluso en aquellos lugares donde la vascularización está comprometida.

2.3 Injertos de piel total: El nombre es incorrecto ya que, si bien cuando se obtienen sí están compuestos por las 3 capas de la piel (epidermis, dermis e hipodermis), cuando se trasplantan sólo constan de epidermis y dermis ya que se elimina la hipodermis para facilitar su adhesión al lecho. Son los más empleados en cirugía dermatológica en cara y palmas para el cierre de defectos de gran tamaño, ya que la pigmentación y retracción de los laminares motivaría posteriores intervenciones.

2.4.Injertos compuestos:  Constituidos por varios tejidos, normalmente piel y
cartílago con cierta cantidad de tejido fibroadiposo. Se suelen emplear para reparar defectos de espesor completo de las alas de la nariz o de la punta cuando se pierde cartílago y piel.

Las zonas donantes de los injertos compuestos son los pabellones auriculares. A la hora de tomar decisiones deberá ser tenido debidamente en cuenta el tamaño del defecto y el tipo de piel que le rodea.

2.5.Injerto libre de cartílago: Se usan para la reconstrucción del ala nasal o del
párpado inferior. Las áreas donantes empleadas son la concha del pabellón auricular, antehélix y la parte posterior de la concha, donde la cicatriz y la distorsión del pabellón auricular se pueden camuflar con facilidad.

Injerto de piel laminar
                                                                    
      2.6. Injertos de fascia y aponeurosis.: En la cirugía reparadora facial se utilizan con mucha frecuencia los injertos de tejidos que además de aportar volumen ofrecen cierta consistencia. Se emplean en la corrección de las secuelas de la parálisis facial, defectos en la pirámide nasal y en la reconstrucción de oreja, partes blandas y scalp.

2.7. Injertos de grasa: La grasa puede ser injertada como un bloque de tejido adiposo, como tejido adiposo y dermis (injerto dermograso), o bien, después de ser aspirada mediante pequeñas cánulas gracias al vacío ejercido con una jeringuilla (injerto de células grasas y de tejido conjuntivo). Son muy útiles para dar volumen en aquellas partes que presentan falta de tejidos blandos: cicatrices deprimidas, reconstrucción de asimetrías faciales, etc.

2.8. Injerto dermograso: En caso de necesidad de relleno de las partes blandas podemos recurrir al injerto dermograso. Se emplea en el tratamiento de las secuelas de traumatismos faciales - especialmente en pacientes que habían sufrido la enucleación del globo ocular - para rellenar la cavidad (cápsula de Tenon) y permitir la fijación de la musculatura extrínseca de los ojos en la dermis de manera que  permita la colocación de una prótesis ocular con cierto grado de movilidad.
Injerto dermograso para el relleno de la cápsula de Ténon tras la enucleación del globo ocular.
Otros injertos empleados en la cirugía reparadora de las lesiones faciales son los injertos de nervios, los injertos vasculares y los injertos de pelo.


Indicaciones de los injertos cutáneos

Las principales indicaciones son las quemaduras y las zonas cruentas después de la extirpación de tumores cutáneos.

Complicaciones de los injertos cutáneos

Las complicaciones precoces son la infección, la formación de hematomas o colecciones líquidas no hemáticas (serosas) que complican la adhesión del injerto y la falta de contacto entre injerto y lecho.

Las complicaciones tardías serían funcionales, debidos a la fragilidad y retracción del injerto, y las estéticas, en relación con cambios de color, textura y deformidades del contorno.

Bibliografía

- sisbib.unmsm.edu.pe [en línea] Cirugía dermatológica. (http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/folia/vol9_n1-2/transplantes.htm) Fecha: 28/1/2011
- donacion.organos.ua.es [en línea] Trasplantes de piel. (http://donacion.organos.ua.es/submenu3/inf_sanitaria/tejidos/piel.asp) Fecha: 28/1/2011
- Trasplante de piel. F. J. Vázquez. Monografías de dermatología quirúrgica: técnicas reconstructivas. Editorial: Stiefel. pág.: 8-23. 
- Cirugiaplasticazulemacantu.com [en línea] Quemaduras. (http://cirugiaplasticazulemacantu.com/720/762.html) Fecha: 29/1/2011
- www.clinicaarquero.com [en línea] Técnica de los injertos. (http://www.clinicaarquero.com/10_propedeutica04.htm)
- Injertos de piel. F. Camacho; F. De Dulanto. Cirugía Dermatológica. 6ª Edición. Editorial: Libros Princeps. pág.: 789-791.

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